1. Rocía el cuadro de la bicicleta con un limpiador de bicis de uso general y elimina el barro y la suciedad con un trapo.                                                                                      

 2. Rocía las ruedas y elimina la suciedad que pueda haber con un cepillo.

 3. Rocía la cadena y cepilla mientras que, al mismo tiempo, mueves los pedales para que se limpie toda la cadena.

 4. Suelta los pedales de las manivelas a mano. El pedal derecho se puede aflojar en sentido contrario a las agujas del reloj y el pedal izquierdo al revés. Si están demasiado apretados en la manivela, usa una llave para aflojarlos antes de girarlos con las manos.

 5. Para preparar el manillar, afloja los tornillos laterales. El tornillo directamente sobre el la horquilla NO debe aflojarse.

 6. Fija la rueda delantera entre tus piernas y gira la rueda delantera 90 grados para que quede paralela al marco.

 7. Vuelve a apretar los tornillos laterales que habías aflojado en el paso 5.

8. Finalmente, mete la bici con todas sus partes en la caja en la que os llegó ¡y listo!